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El TSJ declara nulo el acuerdo de guardias de los MIR firmado en la Mesa Sectorial en el 2006

 

El Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha declarado nulo el acuerdo de 2006 que regulaba la atención continuada de los MIR y que fijaba las retribuciones de la hora de guardia. El fallo del TSJ recuerda la doctrina del Tribunal Supremo y del Constitucional sobre la negociación colectiva que “constituye el principal medio para proteger intereses económicos y sociales de un sindicato y de sus afiliados” y siendo el SIMAP el sindicato más representativo entre los residentes no debieron excluirlo en la negociación. La Conselleria firmó dicho acuerdo en el seno de la Mesa Sectorial de Sanidad que únicamente representa al personal estatutario y no al personal laboral de la Conselleria, donde los MIR son el grupo mayoritario. El personal laboral tiene sus propias elecciones sindicales, su propia normativa (el Estatuto de los Trabajadores) y sus propios representantes emanados de las urnas y que forman parte de los Comités de Empresa de las diferentes provincias de la Comunidad. El argumento jurídico de la sentencia es que no hay posibilidad legal de las mesas unitarias de negociación para personal laboral y estatutario y que la exclusión del SIMAP en la negociación fue ilegal y supuso una vulneración del derecho de la libertad sindical.

Esta sentencia demuestra el comportamiento incorrecto de la Conselleria de Sanitat y los Sindicatos de la Mesa Sectorial, conocedores ambos de la normativa vigente.

 

La sentencia no supone que el MIR dejará de cobrar, pues sólo declara la nulidad del acuerdo, siendo válidos los actos posteriores que se realizaron en su aplicación.

 

La Conselleria ha declarado que tiene la intención de presentar un recurso de casación contra esta sentencia, cosa que no nos sorprende. Lo que ya no sabemos si debe sorprendernos o no, por ser lo esperable, es que algún sindicato de la Mesa Sectorial apoye el recurso de la Conselleria y no que las cosas se hagan de acuerdo a ley y se luche en los foros adecuados por unas condiciones laborales y retributivas mejores que las que existen en la actualidad.

 

Esta sentencia es un pasito más en el pedregoso sendero por el que caminamos intentando, simplemente, que las cosas se hagan de forma correcta y que prevalezca el juego limpio. Creemos que es sano para todos no perder de vista que sí existe un modo de hacer las cosas de acuerdo a Ley, que la Ley hay que respetarla y cumplirla y que cuando una ley sea manifiestamente injusta se luche, de la forma legalmente establecida, para cambiarla. No vale, aunque sea habitual, actuar según convenga a determinados intereses políticos, económicos o de cualquier otro tipo, sin respetar las normas de la convivencia que entre todos se han establecido.