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Nuestra opinión sobre el Acuerdo Marco de Gestión 2013
 

LA CONSELLERIA DE SANITAT PREMIA EL AHORRO POR ENCIMA DE LA CALIDAD Y LA ASISTENCIA. (Publicado en Levante EMV el 26 de Marzo de 2013).

 La Conselleria de Sanitat ha establecido los acuerdos de gestión para el año 2013 donde destaca los objetivos a cumplir y los divide en tres grupos de indicadores: calidad, asistencial y gestión. Al grupo de gestión le otorga un peso del 52 puntos en contraste con los que se conceden a los indicadores de mejora de calidad y asistencial, 18 puntos y 20 puntos, respectivamente. Es decir, se potencia por encima de cualquier otro concepto la reducción del gasto.

Evidentemente, la asistencia sanitaria realizada con eficiencia conduce a la optimización y reducción del gasto sanitario actual. En el SIMAP no nos cabe la menor duda de este efecto y por lo tanto bienvenidos sean los acuerdos en esta línea, lleven o no aparejados complementos retributivos. El problema surge cuando se prima la reducción del gasto en detrimento de la calidad y nos preocupa que el enfoque de estos acuerdos de gestión conduzca a empeorar tanto las condiciones laborales de los trabajadores sanitarios como de la calidad del trabajo que desempeñan. Así sucede con el indicador de reducción del gasto en personal, dando máximo peso a no cubrir sustituciones, en contra incluso de sentencias judiciales en nuestro país que obligan a sustituir a los médicos de Atención Primaria independientemente del contexto económico. También destaca la reducción del personal de guardia de urgencias que puede conducir al cierre de centros de atención urgente.

Un peso fundamental tiene el ahorro farmacéutico y no tenemos nada que objetar si es fruto de una correcta prescripción, gestión de compras, facturación y almacenamiento. Pero si de nuevo utilizamos de forma aislada indicadores que no reflejan una mejora en la calidad de la prescripción, el ahorro irracional está garantizado. Un ejemplo es el item de gasto por receta en el que se premia conseguir que se alcance la cifra de Andalucía, la mejor de España. Sin embargo, para que este objetivo refleje realmente una actuación médica correcta es necesario potenciar la Atención Primaria en nuestra Comunidad, totalmente desbordada y no favorecer la reducción en el número de médicos. Es necesario adecuar las plantillas a los cupos poblacionales por edad, aumentar los tiempos de consulta, desarrollar los programas asistenciales y mejorar la educación sanitaria de la población con la búsqueda de un concepto amplio de salud lejos de la excesiva medicalización. En este contexto, sí tiene sentido reducir el gasto por receta, ya que se asegura una correcta prescripción en una atención integral del paciente.

En definitiva, en opinión del SIMAP, no resulta adecuado tener una prelación de objetivos en los que la reducción del gasto, sin relación directa con la mejora asistencial, sea la base en la que se apoyen los indicadores de estos acuerdos.

Por último, una reivindicación: no hablemos de gasto sanitario, ya que tiene un concepto peyorativo, hablemos de inversión en sanidad puesto que lo que se invierte se recupera con creces en salud para los ciudadanos y en población activa, ya que esta inversión revierte efectivamente en nuestra sociedad. No hablemos sólo de sostenibilidad, sino de correcta gestión de nuestros recursos sanitarios, que precisa una inversión necesaria para el funcionamiento eficiente de una sanidad pública, universal y financiada por impuestos proporcionados, sin copagos añadidos.


Concha Ferrer Tuset
Vicepresidenta del SIMAP